Cuando los entusiastas del hash se reúnen para hablar de rosin, es poco probable que las cápsulas de rosin sean el primer tema de conversación. El rosin es conocido por su capacidad para capturar la esencia más pura de la planta de cannabis, ofreciendo una representación precisa del perfil único de terpenos de cada variedad, manteniendo un nivel inigualable de potencia y pureza dentro de todas las categorías de concentrados de cannabis. ¿Cómo podríamos encerrar toda esta magia sensorial en una cápsula comestible?

Aunque generalmente el rosin se vaporiza e inhala para proporcionar el tipo de dab más limpio y satisfactorio que se puede encontrar, hay otras formas de consumirlo. Cuando se trata de precisión en la dosificación, discreción y conveniencia, es difícil imaginar un mejor uso para el rosin que hacer cápsulas.

El rosin que no es visualmente atractivo, difícil de trabajar o que tiene una textura/consistencia indeseable, o que no impresiona en términos de expresión terpénica, podría ser un buen candidato para la experiencia de cápsulas de rosin.

Algunas personas encuentran que los efectos terapéuticos del cannabis son más potentes cuando se metabolizan a través del sistema digestivo. Las cápsulas de rosin desbloquean esta capacidad, permitiéndonos apreciar la plena potencia de nuestro concentrado de cannabis favorito desde una perspectiva diferente y refrescante.

Además, las cápsulas de rosin son aún más fáciles de hacer que el propio rosin.

¿Cómo empezar a hacer cápsulas de rosin?

No necesitas muchos suministros para hacer cápsulas de rosin. Aquí está la lista:

Aceite MCT, Cápsulas 00 Jeringa, Máquina llenadora de cápsulas (también puedes usar un tazón de arroz para mantener las cápsulas en posición vertical), Rosin, Horno (para descarboxilar el rosin)

Descarboxilación

El THCA es la forma ácida de la molécula de THC. Cuando dabamos rosin, el alto calor necesario para la vaporización transforma instantáneamente la forma ácida de la molécula en la forma no ácida, lo que elimina la necesidad de un proceso de descarboxilación.

Pero en forma de cápsula, primero necesitamos descarboxilar el rosin; de lo contrario, ingeriremos el concentrado sin ningún efecto. A través de la descarboxilación, hacemos que el rosin sea biodisponible a través de nuestro sistema digestivo.

Descarboxilar es un proceso simple. Solo necesitamos exponer nuestro rosin a temperaturas entre 110-120 grados Celsius durante 30-90 minutos.

Un horno es la solución más fácil en muchas situaciones. Usa un pequeño frasco de vidrio lleno con tu rosin y colócalo en el horno sin tapa durante 30 minutos. Después de 30 minutos, verifica si está burbujeando y, si es así, revuélvelo.

Sigue adelante hasta que el rosin deje de burbujear. Las burbujas significan que la descarboxilación está ocurriendo activamente. Cuando el grupo carboxilo se desprende de las moléculas de THCA, libera dióxido de carbono como subproducto, lo que forma burbujas en el rosin. Cuando las burbujas se detienen, es tu señal de que el proceso de descarboxilación ha terminado.

Infusión

Ahora que tu rosin está en una forma biodisponible para hacer cápsulas, podemos pasar al siguiente paso. Aunque técnicamente el rosin ya es biodisponible, no podemos simplemente comerlo y esperar colocarnos. Necesitamos infusionar el rosin en aceite de coco (MCT), donde se une a los ácidos grasos que lo introducen adecuadamente en nuestro sistema digestivo.

En resumen: descarboxilar prepara nuestro rosin, luego usamos el rosin para infusionar el aceite portador. Las moléculas grasas dentro de nuestro aceite portador permiten que los ingredientes activos del rosin se unan al sistema endocannabinoide de nuestro cuerpo, proporcionando el efecto terapéutico deseado.

Mezcla una parte de rosin con 10 partes de aceite de coco (MCT) y revuelve a fuego lento durante 60-90 minutos. Ten cuidado de no dejar que la mezcla de aceite y rosin hierva.

Una vez que el rosin esté completamente infusionado en el aceite MCT, deja que se enfríe por completo. Este es el momento para probar la potencia. Usa tu jeringa para tomar pequeñas cantidades de aceite y espera 45 minutos para evaluar completamente el efecto.

Una estimación moderada es 0.1 g de aceite por cápsula. Comienza con esta cantidad y observa cómo te afecta.

Ahora que tienes una idea de la potencia de tu aceite MCT infusionado, pasa al siguiente paso: llenar las cápsulas.

Llenado de Cápsulas

El arroz mantendrá las cápsulas en su lugar mientras usas la jeringa para llenarlas. Este es un buen truco, pero una máquina llenadora de cápsulas es lo ideal.

Evita sobrellenar las cápsulas, ya que esto puede hacer que se partan cuando intentes unir las dos mitades. Asegura la parte superior de las cápsulas presionando firmemente. Un sello apretado evita fugas mientras las cápsulas de rosin están almacenadas.

Almacenamiento

Guarda las cápsulas en un frasco de vidrio sellado en el refrigerador para un almacenamiento a largo plazo. Pueden ocurrir fugas, ya que a veces las cápsulas se disuelven y degradan con el tiempo. Al mantener las cápsulas en un frasco de vidrio y enfriar el aceite para que sea menos líquido, minimizarás este inconveniente.

Conclusión

Las cápsulas de rosin pueden ofrecer un cambio refrescante en tu rutina de cannabis y brindarte una nueva forma de disfrutar los efectos terapéuticos de tu rosin. El tipo de colocón que obtienes al ingerir cápsulas es notablemente diferente del que proporcionan los dabs tradicionales.

Y si no quieres reutilizar tu rosin para hacer cápsulas, siempre puedes usar los discos de rosin sobrantes para infusionar aceite MCT. Consulta nuestro artículo "Qué Hacer con los Discos de Rosin" para obtener más consejos.

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